Introducción
Según la que fue directora general de la Organización Mundial de la Salud, Gro Harlem, el tabaquismo constituye una verdadera epidemia mundial. Se estima que en el año 2010 provocó unos 5 millones de fallecimientos y para el 2030 se alcanzará la cifra de 10 millones de muertes anuales, la mayoría de ellas en los países en desarrollo. Pero el consumo de tabaco no solamente provoca muertes, en general prematuras.También es el responsable de multitud de graves enfermedades, muchas de ellas incapacitantes, de enorme impacto sobre el bienestar personal y familiar.
Además, representa un coste sanitario y social que pone en peligro la propia sostenibilidad del sistema que conocemos. Hasta hace unos años se desconocían, desde el punto de vista social, las graves consecuencias que tenía el consumo de tabaco por la población. La verdadera cara del problema se ha visto en las últimas décadas con toda su intensidad. Sin duda, se trata de un problema complejo en el que, por un lado, se enfrentan unas poderosas compañías que han defendido sus intereses comerciales, a pesar de conocer el impacto que el producto que promocionaban tenía sobre la salud de sus clientes. Por otro lado, las instituciones públicas y privadas que velan por la salud de la población y que han ido acumulando evidencias sobre los daños que provocaba esta adicción. A todo esto hay que añadir los efectos de las prácticas publicitarias sobre segmentos de población especiales, como los jóvenes y adolescentes, sobre todo de sexo femenino. El abordaje general para la prevención y control del tabaquismo debe tener en cuenta, pues, aspectos relacionados con la adicción; con la prevención, sobre todo en edades tempranas; con la industria; y con la sostenibilidad del sistema sanitario y de protección social. Sin olvidar que se ha tenido que cambiar la imagen favorable que se tenía del consumo de tabaco entre muchas capas de nuestra sociedad. La evidencia ha demostrado que es mucho más productivo, en términos de salud y de economía, las políticas encaminadas a la disminución del consumo de tabaco.
A lo largo de este curso se pretende ilustrar y difundir algunas de las mayores evidencias científicas a este respecto, aportando datos contrastados sobre la verdadera magnitud del problema, la dimensión de las acciones que se recomienda ejecutar y las soluciones que se plantean a nivel general y en los tratamientos para las personas fumadoras que quieren dejar de fumar.
Es evidente que no se puede profundizar en todos y cada uno de los aspectos que intervienen en la epidemia de tabaquismo, pues la extensión haría poco práctico el esfuerzo.
Se ha intentado elaborar un material coherente, basado en la máxima evidencia científica disponible y que permita la comprensión de las unidades posteriores. Se ha hecho un esfuerzo especial por adaptar los contenidos para facilitar su comprensión y utilidad.
Esperamos que este curso aporte una visión general de la situación y que sea de utilidad para la comprensión de un problema de salud pública de especial importancia y complejidad.
Enrique Torres Lana
Director General de Salud Pública
Servicio Canario de la Salud